El plástico y los contenedores de basura municipales

Los contenedores de basura municipales y el plástico

Somos una empresa atípica por cuanto no dudamos en posicionarnos en cuestiones en las que frecuentemente vemos posturas ambiguas o “mercantilmente correctas”. Pero en la dimensión medio ambiente creemos que no pueden existir ambigüedades ni postureo mercantil ni equidistancias. Es por eso que en este artículo hablaremos de contenedores de basura municipales y plástico.

Urbano y Accesible y el medio ambiente

  • Medio ambiente es sinónimo de salud, la nuestra, la de nuestros hijos, la de nuestros seres queridos.
  • Es sinónimo de responsabilidad.
  • Medio ambiente es sinónimo de futuro.

Pues bien, en relación a esta dimensión, Urbano y Accesible quiere provocar, al menos intelectualmente, al político, al técnico de medio ambiente, a la Administración, a las empresas concesionarias y a las asociaciones y colectivos que tienen su razón de ser con la defensa del medio ambiente. Para esto solicitamos una reflexión acerca del mobiliario urbano fabricado con plástico.

En todos los núcleos de población de nuestro país existen contenedores para que los ciudadanos aporten ordenadamente y por separado los residuos domésticos que generan en su vida diaria.

Generalmente estos contenedores están fabricados con plástico a la vez que, también hay que decirlo, todos ellos son pagados con dinero público, con dinero del contribuyente.

A esto añadamos que como ciudadanos la Administración nos alecciona a reciclar más y a separar nuestros residuos de manera más eficiente. Esto es, las pilas al contenedor de pilas, el papel al contenedor de papel, la lechuga al contenedor de orgánico, etc.

Pero mayoritariamente el recipiente o contenedor que la Administración nos facilita para realizar esta labor suele estar fabricado con plástico.

Contenedores de basura municipales y plástico. Una contradicción

Nos encontramos ante una gran contradicción. Una ausencia de coherencia en el servicio de recogida y tratamiento de residuos que nos factura la Administración.

La Administración no nos debería de ofrecer el mismo tipo de contenedor que hace 30 años. Es decir: fabricado con plástico. Actualmente nadie puede atribuirle al plástico un carácter inocuo como hace 30 años. El conocimiento científico acerca de los daños y perjuicios que ocasiona en el medio ambiente ha alcanzado una precisión irrefutable.

Cuando nos referimos a contenedores fabricados con plástico hablamos de kilos y si multiplicamos el número de contenedores de un pueblo o ciudad por los kilos de plástico que representan su fabricación, obtenemos toneladas. En el caso de Barcelona por ejemplo son más de tres mil cuatrocientas toneladas (3.400 toneladas). Concretamente de un plástico denominado polietileno.

Detengámonos a reflexionar sobre si acaso no existen soluciones también eficientes pero más sostenibles y con menor obsolescencia.

Pensemos si es justo que como ciudadano la Administración me exija mejorar en mi gestión de los residuos que genero. Todo esto cuando no se avanza en atenuar la presencia del plástico en aspectos tan sencillos como es el material con el que está fabricado un “contenedor de basura”.

Plástico. Un derivado del petróleo

Cuando hablamos de plástico también deberíamos de considerar que este es un derivado del petróleo. Hoy nadie puede contradecir que el plástico conlleva además un coste social. Es decir, invertimos dinero público en bienes urbanos fabricados con plástico. Al final una vez obsoletos adquieren dimensiones de problema medioambiental global.

De esta posición que nadie pretenda obtener réditos mercantiles ni inclinar la cuestión a su beneficio. ¡Hablamos de plástico! ¡Hablamos de un derivado del petróleo!

Estamos en el siglo XXI y nuestra responsabilidad trasciende lo que es un balance y unos objetivos de ventas.

La industria fabricante de mobiliario urbano para la recogida de residuos no puede basar su producción y su oferta en plástico.

Al igual que otros sectores está obligada a evolucionar y a presentar soluciones sostenibles y biomecánicas.

Humildemente sugerimos desde aquí que se contemplen soluciones fabricadas con materiales menos obsolescentes. Materiales más sostenibles y con menor coste social para el conjunto de la ciudadanía. Es decir, que en la medida de lo posible, los contenedores de basura municipales no sean de plástico.

Brindamos nuestro asesoramiento en esta materia. Aconsejamos que el mejor marketing en medio ambiente se demuestra empezando por aspectos tan sencillos como esta frase: “¿De plástico? No, gracias”.